Carles Bas – 20 de mayo de 2010
En enero de 1975 Carlos Bas analizaba en Industrias Pesqueras
el estado del banco canario-sahariano. Bas, una de las figuras más
destacadas de la investigación pesquera española, cuya carrera sería
imposible resumir en esta introducción, es un fiel y querido colaborador
de IP, desde cuyas páginas, año tras año ayuda a acercar el mundo de la
ciencia y la pesca, como refleja perfectamente este artículo.
Terminada ya la campaña oceanográfica ATLOR V, que ha tenido
por escenario la plataforma costera de África Occidental, será sin duda
de extraordinario interés realizar un brevísimo análisis de cuál es la
situación de nuestras investigaciones en aquella zona.
En la actualidad se han realizado varias campañas oceanográficas a
bordo del B.O. “Cornide de Saavedra”, Sahara I y II (1971), Atlor I y
Marociberia (1972), Atlor II y III (1973) y Atlor V (1974). Aparte se ha
realizado una serie llevada a cabo por el Instituto Español de
Oceanografía, utilizando también dicho buque. Con independencia de lo
dicho y por parte de ambos institutos, se ha efectuado un número
bastante importante de campañas de estudio y prospección a bordo de
buques comerciales, muchas de ellas aprovechando la hospitalidad del
B.F. “Galicia”, perteneciente a “Pescanova, S.A.”. Es preciso señalar
que estas campañas de investigación se han venido realizando a lo largo
de un considerable número de años, citando tan sólo las realizadas en
los 40 y 50, entre cuyos resultados hay que destacar la confección de
una serie de cartas de pesca de aquella zona.
El material recogido ha sido en todo o en parte objeto de publicación
en las revistas especializadas o en informes de amplia difusión, que en
alguna forma creemos están a la disposición y alcance del público
interesado. Sin embargo, en la última reunión de pesca de arrastre
celebrada en Madrid, el presente año, todo parecía indicar que por algún
motivo era escasa la información que de forma útil y práctica llegaba a
manos de los armadores y técnicos interesados en las pesquerías del
Atlántico Centro Este.
IMPORTANCIA DEL BANCO
Sin
duda entre los diversos conocimientos que interesan en aquella zona,
algunos parecen de primordial interés y otros pueden tener importancia
en un futuro próximo. Entre las zonas de mayor importancia actual el
llamado banco Canario-Sahariano es especialmente interesante.
La trascendencia de esta zona de la cota africana, como saben muy
bien los pescadores, data de muchos años y aún con el cambio de
objetivos de la pesca: del pargo a los cefalópodos en general, no ha
decrecido sino por el contrario, se diría que ha aumentado su
importancia.
En esta zona, que en líneas generales comprende desde Bojador hasta
el sur de Villa Cisneros, se han realizado por nuestra parte, 4 campañas
oceanográfico-pesqueras, a bordo del “Cornide de Saavedra” y otras
varias utilizando barcos pesqueros comerciales. Paralelamente en los
medios competentes es conocido el considerable esfuerzo pesquero
desarrollado en aquella zona, y la eficacia de muchas de las unidades
actuantes en el presente, que contrasta con el escaso potencial de hace
unos pocos años, lo cual no está en contra del gran número de
embarcaciones, españolas y de otros países, que tradicionalmente han
venido faenando por aquellas aguas. En consonancia con ello, era lógico
esperar que la investigación fijara prioritariamente en esta zona sus
objetivos inmediatos.
AFLORAMIENTOS COSTEROS
Los
conocimientos actuales permiten señalar que existen en este Banco
importantes afloramientos costeros, que se extienden a lo largo de la
zona indicada, situándose muy cerca de la costa, con núcleos
especialmente importantes en cabo Bojador, cerca de Peña Grande y
aproximadamente al nivel del de Villa Cisneros. El eje de este
afloramiento marino se sitúa como se ha indicado, muy de cerca de la
costa en general siguiendo a isobata de 15-20 metros que discurre casi
paralela a la misma separándose tan solo ligeramente a la altura de Peña
Grande. La importancia de estos afloramientos de aguas de fondo con el
consiguiente enriquecimiento de la superficie y alta capacidad de
producción de materia orgánica, es la base de donde arranca toda la
considerable capacidad productora de este mar. Como sea que la causa de
este afloramiento hay que buscarla en la acción persistente del viento y
la corriente de Canarias, también muy constante a lo largo del año, de
ello se deduce que la mecánica de este proceso está asegurada en su
persistencia. Dicho en otras palabras, que la alta capacidad que tiene
el Banco de producir el alimento para sus pobladores está asegurada.
Este aserto, que pudiera parecer intrascendente, en el lector alejado
de los medios científicos, es en realidad la única o no, una zona desde
el punto de vista pesquero. Si no hay producción básica nunca existirá
una buena pesquería, ni en el espacio ni a lo largo del tiempo y si en
ocasiones contando con una elevada producción la pesca es deficiente
ello se debe algunas veces a circunstancias biológicas pero más
comúnmente a la misma acción de la pesca. Esta última afortunadamente,
puede ser objeto de las regulaciones que se juzguen pertinentes con el
fin de adecuarlas a las circunstancias, cosa totalmente imposible, al
menos en la actualidad, en lo que atañe a la riqueza marina.
Las investigaciones citadas permiten, por tanto, asegurar la
existencia de una importante producción, de la que se tienen datos
fehacientes de su evaluación, así como e la mecánica de su distribución a
partir de la franja de máximo afloramiento costero.
Una segunda faceta de gran interés en lo que se refiere a la
información científica útil para la pesca hace referencia al
comportamiento biológico y ecológico de las especies más importantes.
Para ello y con independencia de varias campañas efectuadas con
anterioridad en buques comerciales que han suministrado valiosa
información al respecto, las campañas oceanográficas Sahara I, Atlor I,
II y V han desarrollado una estrategia adecuada con el fin de conocer lo
mejor posible el comportamiento biológico y su relación con el medio
marino.
CEFALÓPODOS GRUPO MÁS IMPORTANTE
Cuatro
son los grupos de especies con importancia pesquera en esta zona: la
sardina ubicada especialmente en la parte norte (zona de Bojador); los
espáridos en toda la zona pero muy especialmente en la parte media y
profunda de la plataforma continental; la merluza ya bastante menguada
en la parte alta del talud y finalmente los cefalópodos-pulpo, choco y
calamar- considerados en la actualidad como las especies de mayor
interés comercial. Las investigaciones actuales han dirigido su mayor
esfuerzo hacia los cefalópodos y en menor escala los espáridos – pargos,
brecas, cachuchos, etc.-
Un resumen brevísimo permite señalar que el grupo más importante, el
de los cefalópodos, suministran en la actualidad la mayor masa de
especies de fondo. Su crecimiento corpóreo es considerablemente rápido,
en especial en el caso del pulpo. Su mayor concentración al menos por lo
que atañe a la pesca, se sitúa cerca de la costa, en aguas de escasa
profundidad. Las mismas investigaciones permiten concluir que el choco y
el calamar se encuentran francamente esquilmados, especialmente el
primero, explotándose en las tres especies de osfalópodos tan solo la
primera clase anual. La distribución espacial es sin embargo más amplia
de la actualmente explotada si bien es cierto que a mayores
profundidades, si bien los ejemplares son de mayor talla, el número de
los mismos es más reducido. La freza parece tener lugar muy cerca de la
costa, buscando áreas protegidas, iniciándose luego una migración que
les aleja del litoral.
EL GRUPO DE LOS ESPÁRIDOS
Algo
parecido a lo indicado para los cefalópodos sucede con los espáridos. A
impresión de que han prácticamente desapareado no resulta ser real,
según se desprende de las dos consideraciones siguientes: en primer
lugar las pescas experimentales efectuadas cerca de la costa demuestran
claramente que la existencia de importantes cardúmenes juveniles en
estas zonas costeras y en segundo lugar la relativa importancia de la
breca pagellus cupei deducida de las estadísticas de pesca japonesas.
Sucede que los jóvenes no logran superar la considerable acción de pesca
llegando al estado adulto un número muy pequeño de ejemplares que se
encuentren más o menos dispersos en profundidades del orden de los 50 a
100 m. Escaso interés ha despertado desde el punto de vista científico
el estudio de la sardina y la merluza aunque ello no descartó una
dedicación especial en un futuro próximo. Los resultados han sido
conseguidos mediante un número considerable de pescas experimentales
convenientemente programadas así como utilizando las ventajas que en
este sentido ofrece el “Cornide de Saavedra”.
ESTADO DE
LA PESQUERÍA
El tercer punto objeto de las investigaciones
hace referencia al estado actual de la pesquería: se percibe claramente
que la excesiva e indiscriminada acción pesquera es la causante del
deterioro de los espáridos y actualmente está causando una seria
disminución de la biomasa de los cefalópodos; esta disminución ya había
sido repetidamente señalada en lo que se refiere al choco y al calamar,
de tal forma que en pocos años se ha pasado de una explotación pesquera
distribuida normalmente entre varios grupos de edad a pescarse de forma
casi única la primera clase anual constituida por los ejemplares de
tallas inferiores. En la actualidad este efecto se ha dejado sentir muy
directamente sobre el pulpo, la más abundante de las tres especies de
cefalópodos de tal forma que la captura ha descendido de forma
alarmante. Si paralelamente se examina la composición normal de la flota
se percibe un incremento muy considerable del poder de pesca
desarrollado, espoleado de una parte por la llegada de nuevas unidades
procedentes de áreas vecinas, en unas ocasiones (Marruecos y Senegal), o
aún más alejadas (Boston), entre otras. A este aumento en número hay
que añadir un incremento en la eficiencia de la mayoría de las unidades;
con esta panorámica, no era de extrañar el resultado obtenido.
Después de pasa revista a las áreas más intensamente investigadas y a
los resultados de índole práctica obtenidos es necesario resumir en
pocas líneas la situación actual: una capacidad de producción sostenida y
elevada; una capacidad de crecimiento y desarrollo especialmente en el
caso de los pulpos considerablemente rápida, capaz de una fácil
recuperación, en condiciones idóneas, y una explotación pesquera que
precisa con la máxima urgencia de una total reglamentación.